martes, 29 de marzo de 2011

El hombre fuego

Esta vez voy a publicar un texto original mío, se títula hombre fuego y está en su versión 1.5, je supongo que debo explicar esto.
Primer borrador = versión 1, y cada revisión le suma .5, hasta que llegamos a la versión final.

En fin,vamos a ello:

EL HOMBRE FUEGO
Hubo una vez un hombre que podía encender fuego con sus manos, chas, chasqueaba y obtenía chispas con las cuales hacía fuego en el aire.
Quienes lo habían visto prender fuego decían que lo hacía sin cerillos, sólo chasqueaba sus dedos y listo, la fogata estaba prendida. Nadie sabía como lo hacía. Pero sólo él sabía la verdad.
No era de este mundo, el había despertado aquí hace años, añoraba su tierra natal, pero simplemente no podía regresar, era un exiliado.
Bueno esas cosas pasan cuando accidentalmente matas a tu hijo y a tu esposa. Los sabios no habían querido condenarlo a muerte, pero tampoco se creyeron la historia de que fue un accidente. Las Tres se encargaron de desterrarlo.
Una mañana despertó bajó El Puente, su nuevo hogar. No había dormido bien ya que unos chicos habían estado haciendo jaleo cerca de allí, jugaban con cuetes. Él quería haberles dicho algo, como que jugar con fuego es peligroso, pueden pasar accidentes.
Pero ni se molestó, ya lo habían acusado de pervertido antes. Busco su desayuno en el río, un pez, lo frió en un instante y lo devoro.
- Para ser usted un vagabundo, desayuna muy bien.
- Yo no vago por el mundo, vivo aquí.
La pequeña niña que lo había estado incordiando desde hacía días estaba ahí de nuevo. Simplemente no paraba de hablar, ella también era hija de la calle y la necesidad, desde que descubrió que el podía conseguir comida sin robarla o asaltar a alguien, estaba decidida a que la adoptara.
- Vete - Sinceramente, no le iba muy bien.
Sin embargo le dio un pescado y la obligó a marcharse. Un rato después ella volvió corriendo y chillando. Los mismos chicos que no lo habían dejado dormir venían persiguiéndola y venían riendo.
Ella tenía cuetes amarrados al cabello y echaban mucho humo. El hombre fuego no lo pensó, simplemente la llama se encendió en él. Su cuerpo entero cubierto en llamas, alcanzo a los chicos y les quemó los brazos y las sonrisas.
- Con el fuego no se juega – fue todo lo que les dijo.
El cabello de la niña estaba en llamas, en su desesperación saltó del puente, y se ahogó. Encontraron su cuerpo dos días después río abajo.
En cuanto a los delincuentes, tenían los brazos y las caras quemadas. Dijeron que se habían quemado con el cabello de la niña y que no volverían a jugar con cuetes o fuego.
Recordaban al hombre fuego, más no dijeron nada, quién les iba a creer, el hombre que vivía bajo el puente podía encender todo su cuerpo en llamas sin morir, es más ni siquiera su ropa se había quemado.
Esta es sólo una de tantas historias que se cuentan sobre el hombre fuego, pero es sólo eso, una historia. Aunque hay cinco hombres con los brazos y caras llenas de cicatrices que juran que fue verdad.
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Esta es una más de tantas historias de Cob, ya les explicaré que es Cob más adelante, simplemente quería publicar esta historia que me gustó como quedó, aunque estoy segura que un día de estos voy a cambiarla de nuevo.

En fin, y ustedes ¿Qué opinan?

Viri

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