martes, 9 de septiembre de 2014

Sola

Me gusta estar sola, y en verdad lo disfruto mucho, incluso hay veces que estoy tan feliz disfrutando mi tiempo a solas y llega alguien e instantáneamente me pongo de malas, ya sé que es absurdo, pero en verdad me gusta estar sola.

Imaginar, leer en paz, escuchar la música y cantar las letras que me inspiran, dibujar y escribir a solas, son cosas que simplemente no puedo hacer en calma cuando hay alguien conmigo y de repente habla en el momento menos adecuado entiéndase parte interesante de mi libro, parte favorita de la canción, cuando estoy detallando mi dibujo…

Y hablando de hablar, ahora que lo pienso, me gusta hablar sola. Y de hecho no hablo sola, hablo con las cosas que me rodean, la mesa, el sillón, mi cama, o a mi misma. Es divertido hablarle a las cosas.

Hace poco entendí, que la gente normal no le gusta estar sola, por mucho tiempo. Y no es que no lo hagan, o que no lo soporten. Pero ellos no lo buscan.

Yo busco mi tiempo a solas todos los días, es más me busco un día en la semana en que pueda estar sola.

Lo interesante es que cuando estoy sola, no me siento así.

Creo que disfruto mi compañía.

V

sábado, 12 de julio de 2014

Vuelvo a ser yo

Casi un año sin escribir, casi año y medio sin ser yo.

Eso del amor sólo me hace perderme, sí, volví a enamorarme de un idiota y hasta lo lleve a casa. Creí su discurso y hasta me adapté a él. Igual que la última vez dejé de ser yo misma. Y me rompió el corazón. Hasta qué reaccioné y me perdí aún más; fui normal un rato y no fui feliz, trabajé para cumplir el sueño de alguien más y agonicé.

Honestamente volví a preguntarme lo mismo que hace diez años: ¿quién soy? ¿qué quiero hacer con mi vida? (Suspiro).

Y aún más honestamente me contesté: no lo sé, no tengo ni idea.

¡Pero! -bendito "pero"-, como yo no sé estarme quieta me respondí: lo averiguaremos en el camino, lo primero es moverte de dónde estás porque es más que evidente que no te gusta estar ahí.


"Sí no te gusta dónde estás
 ¡muévete que no eres un árbol!"

Gracias Dios por dejarme vivir la experiencia de romperme un hueso, sé que es el momento perfecto. Ironías de la vida, decido moverme cuando no puedo hacerlo, Tú sabes por qué lo haces.

Sólo conozco una manera de encontrarme de nuevo y ésa es seguir buscándome. No me detendré hasta lograr mi sueño. Sé qué tengo la fuerza necesaria para alcanzarlo. He decido seguir adelante. Llegó la hora de seguir mis propios consejos:

"Has aquello que amas"
"Inténtalo, si no lo intentas jamás lo sabrás"

Y sí "él" llega, me tendrá que seguir el paso. Y la pregunta sigue en pie - Dios- ¿hay alguien para mi allá afuera, o en verdad soy tan única?

V